PREFACIO


Los sueños... volátiles e intangibles aliados del afán del hombre por concebir el sentido de la vida que le lleva... Medio del corazón y del alma para rozar la esencia de aquello que, engendrado en nuestro espíritu, nos llama a dar forma en el plano físico a todo cuanto evocamos y sentimos en el mundo de las ideas. Forma arcaica de todos nuestros deseos, de todos nuestros anhelos, de todos nuestros miedos; luz primordial y rutilante del camino que nos ha sido asignado, inherente a nuestra naturaleza., y que tímida se nos muestra.


La sombra... lóbregos resquicios del alma aún por desvelar; formas vivas y cambiantes que con su hálito vaporoso y exiguo extienden sobre el momento presente la confusa e inescrutable gravedad de la incertidumbre del mañana. Denso entramado de negrura que es el limbo entre la nada y el sueño; y en el que hemos de hundir nuestras ilusiones y esperanzas armadas con la voluntad desafiante de nuestro espíritu, que habrá de abrirles paso en la espesura, con el fin de dar matices corpóreos al ansia infatigable de nuestros corazones, cuyos únicos lazos con la realidad son los líquidos pinceles del pensamiento.



Los escombros de la memoria...
afluencia líquida y misteriosa que se vierte de los sueños que largo tiempo atrás soñamos para retornar sobre nosotros; y que con el empuje ciego y embravecido de una fuerza que durante largos años aletargada, pero latente e inagotable, ha acatado dócil su confinamiento aguardando el momento de renacer, se abre paso sobre las cosas mundanas que la relegaron al olvido, con el estallido voraz de la incontenible esencia del ser humano, para recordarnos lo que en verdad somos, y a lo que en verdad estamos destinados.



Sobre el Autor

            UNA PEQUEÑA AUTOBIOGRAFÍA


            Sebastián Lozano nació en Jaén, la noche del 24 de Septiembre de 1980; bajo un cielo desnudo y espectral ataviado por las titilantes estrellas del firmamento con matices púrpuras y azulados, dejando entrever pequeños fantasmas de luz que danzaban alrededor de ellas dando brincos y ocultándose a los ojos de los hombres sobre la faz de la Tierra. Estas son cosas que él no recuerda, por supuesto, pero las siente con la memoria que se anida en un rincón que existe en todos nosotros y que atrapa todas las buenas sensaciones para mostrárnoslas cuando nos son necesarias con los ojos del alma...

            Su infancia transcurrió en un pequeño pueblo de la provincia que se eleva como el sol naciente sobre la cima de una ...... colina, y cuyo nombre es Arjona. Allí, entre la jovialidad de sus personas y los ......... entramados de sus viejas calles, se entretuvo durante muchos años en crecer viendo el mundo a su alrededor como un lugar lleno de posibilidades del cual no dudaría en descubrir hasta sus más ínfimos secretos, pues el mundo, cuando somos niños, se convierte en una continua intriga que alienta la curiosidad en nuestro afán por explorar sus más preciosos y ......... recovecos. Y así, entre juegos y ........, creció desnudando el mundo con un incontenible anhelo por comprender y cambiar las formas que contenían su espíritu. Hasta que un día, tal vez habiéndosele quedado pequeño aquel ........, habiendo gozado de sus ............ hasta ..........., decidió levantar el vuelo y conocer otros lugares más allá.

            Sus trepidantes viajes, guiados siempre por el sueño y la pasión, le llevaron a descubrir ocultas moradas, a conocer incansables viajeros y páramos que se extienden muy lejos del lugar que una vez le vio nacer, un lugar que siempre llevará en su corazón por apartadas que se encuentren las sendas que recorre, pues el lugar donde crecemos y adquirimos nuestros principios y valores, donde empezamos a soñar, ese será siempre nuestro hogar. Esos viajes, que bien pueden ser resumidos en uno solo, y que aún no ha hecho más que comenzar, es la simiente que hoy comienza a abrirse al mundo para mostrar lo que yace en sus más íntimos .........., lanzada al exterior con un ansia irreverente por desafiar ..........., y un entusiasmo ...........

            Y así es como comienza esta historia, una historia que nació con él, y que ha ido creciendo con su conciencia y sus experiencias, pues este mundo de sueños y sombras, más que un compendio de poesía y relato, es un compendio de su propia vida, el cual refleja las pasiones, los pensamientos, los deseos y pesares que alguna vez quedaron marcados en su corazón y que hoy toman forma sobre las páginas de este libro.

Bienvenidos a mi mundo, un mundo de sueños, de misterio e imaginación; un mundo atado a las sombras de la conciencia que se aventura incansable en su lucha por continuar explorando y maravillándose con las insólitas emociones que la vida es capaz de desatar en nuestro interior.